“Jehová se ha buscado un varón conforme a su
corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo” (1
Samuel 13:14).
Recientemente,
durante un estudio Bíblico acerca del primer capítulo de Apocalipsis, estuvimos
argumentando y cuestionando acerca de la imagen de Dios. Es decir, si es que
Dios realmente tiene pies, dedos, manos, espalda, y/o cabello blanco, ya que la
Biblia le llama el Anciano de Días. Algunos se quedaron en su creencia que sí,
Dios tiene imagen de humano. Sin embargo, otros llegaron a la conclusión que la
mención de este vocabulario es una forma que usa el escritor bíblico para
ilustrar el mensaje dado. La teología llama a este lenguaje Antropopatismo.
Con
esto en mente, si es que el segundo argumento es correcto, ¿Qué quiere decir el
profeta cuando registra que David era un joven conforme al corazón de Jehová?
Por
otra parte, las escrituras en este instante parecen no expresar la idea previa.
En cambio, el concepto del autor acerca de el corazón parece que tiene que ver más con la voluntad versus los sentimientos. 1
Samuel 14:7 dice, “Haz todo lo que tienes
en tu corazón; ve, pues aquí estoy
contigo a tu voluntad” (Reina Valera
1960). En inglés, en la versión NKJV, “Do all that is in your heart. Go then; here I am with you,
according to your heart.” En estas
citas las palabras voluntad y corazón son intercambiables.
Al
aprender que estos dos conceptos van de mano a mano me puedo imaginar a David,
a su corta edad juvenil, hacer la voluntad de Dios no solo por obediencia sino
también por amor. Los jóvenes cuando se enamoran se entregan al 101%. Lo dan el
todo por el todo. Ahora entiendo por qué muchos creen que estos serán los que
terminarán la proclamación del evangelio.
Dos
lecciones:
·
Enamórate de Jesús para poder
ser una persona tras el corazón de
Jehová.
o Obediencia sin amor no es
obediencia.
·
En nuestro diario rendir recibimos la victoria
o El éxito de David en cada
batalla que afrentaba consistía en la sumisión a Dios. David tenía que ser
siervo para ser príncipe. Casi casi un oxímoron.
Bendiciones
en tu día!
Pr. Sergio Ochaeta