jueves, 9 de octubre de 2014

El Corazón de Jehová

“Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo” (1 Samuel 13:14).


Recientemente, durante un estudio Bíblico acerca del primer capítulo de Apocalipsis, estuvimos argumentando y cuestionando acerca de la imagen de Dios. Es decir, si es que Dios realmente tiene pies, dedos, manos, espalda, y/o cabello blanco, ya que la Biblia le llama el Anciano de Días. Algunos se quedaron en su creencia que sí, Dios tiene imagen de humano. Sin embargo, otros llegaron a la conclusión que la mención de este vocabulario es una forma que usa el escritor bíblico para ilustrar el mensaje dado. La teología llama a este lenguaje Antropopatismo.

Con esto en mente, si es que el segundo argumento es correcto, ¿Qué quiere decir el profeta cuando registra que David era un joven conforme al corazón de Jehová?






En lo personal esta declaración me impacta. El corazón usualmente es usado para ilustrar el amor de una persona. Otros dirían, teniendo un concepto erróneo de su definición, El Alma. Quizá algunos usarían estar frase para expresar que alguien te mueve el petate. En fin, la idea es la misma.




Por otra parte, las escrituras en este instante parecen no expresar la idea previa. En cambio, el concepto del autor acerca de el corazón parece que tiene que ver más con la voluntad versus los sentimientos. 1 Samuel 14:7 dice,  “Haz todo lo que tienes en tu corazón; ve, pues aquí estoy contigo a tu voluntad” (Reina Valera 1960). En inglés, en la versión NKJV, “Do all that is in your heart. Go then; here I am with you, according to your heart.” En estas citas las palabras voluntad y corazón son intercambiables.

Al aprender que estos dos conceptos van de mano a mano me puedo imaginar a David, a su corta edad juvenil, hacer la voluntad de Dios no solo por obediencia sino también por amor. Los jóvenes cuando se enamoran se entregan al 101%. Lo dan el todo por el todo. Ahora entiendo por qué muchos creen que estos serán los que terminarán la proclamación del evangelio.

Dos lecciones:

      ·       Enamórate de Jesús para poder ser una persona tras el corazón de Jehová.
o   Obediencia sin amor no es obediencia.

      ·      En nuestro diario rendir recibimos la victoria
o   El éxito de David en cada batalla que afrentaba consistía en la sumisión a Dios. David tenía que ser siervo para ser príncipe. Casi casi un oxímoron.


Bendiciones en tu día!


Pr. Sergio Ochaeta

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