"El sabio de corazón controla su boca, con sus labios promueve el saber" (Proverbios 16:23).
La
mayoría que estamos ahora en la iglesia crecimos en un ambiente no cristiano.
En un mundo dónde tal vez el lema fue “hazte rico o muérete tratándolo”
o quizá “La Vida es un Carnaval –Gózala!”
En ese ambiente aprendimos y adoptamos un conjunto de teorías y pensamientos que
nos prometía lo mejor de esta tierra, pero al final su propósito era llevarnos
a la confusión, oscuridad y la muerte. Una vez me dijo una persona a la cual
amo mucho, "Acuéstate con todas las mujeres que puedas, ya que, si no lo
haces, al final, alguien más lo hará.” Algunos de nosotros decidimos seguir
estos tipo de consejos, y aprendimos las maneras de complacer los perversos
deseos de nuestros corazones pecaminosos. Algunos de nosotros fuimos más
cuidadosos con nuestras decisiones, y aunque no hemos participado en estos "grandes"
pecados, nuestra mente ha adoptado ciertos principios, costumbres y formas de
pensar de la cultura de la gente que nos rodea. De todas maneras, el hecho es
que TODOS hemos estado íntimamente afectados por la errónea paradigma que
algunas personas tienen de la vida.
La
mayoría hemos hecho como Salomón: “Sin embargo, nos hemos aferrado a estas
cosas” (1 Reyes 11:02). La ilustración que da el diccionario de la
palabra unirse / aferrarse es de la fuerte penetración que tiene el humo
cuando la ropa se expone a este. El olor se queda por días!
En los cinco relatos de la Biblia donde la palabra דבק (dabaq) (aferran / unirse) se menciona, en uno de ellos la idea que el texto da es la relación que el infante tiene con los pechos de su madre. Es una conexión muy estrecha e íntima. Desgraciadamente, este es el tipo de relación que nuestras mentes tienen con los principios, costumbres, y formas erróneas de pensar que la gente y la cultura nos ha enseñado desde que entramos a este mundo.
La
mayoría de nosotros, por lo tanto, nos encontramos de vez en cuando participando
de conversaciones que un imitador de Cristo no participaría. En serio. Piensa
en ello. ¿Qué sueles hablar con tus amigos? Con tu mejor amigo? Con tu esposo o
esposa? Con esa persona con la cual te sientes bien? ¿Qué tipo de chistes
dices? ¿Cómo bromeas usualmente? Se real contigo mismo. ¿Siempre hablan en un
doble sentido? ¿Albur? Sexo? Hombres? Mujeres? ¿Dinero? ¿Chismes? ¿Problemas? ¿Trabajo?
¿Jesús? ¿El diablo? (En serio, algunos predicadores hablan más sobre el diablo
que de Jesús). Al final de tus conversaciones, ¿puedes realmente inclinar tu
rostro y dirigir una oración a Dios?
LLAMADO:
Pablo,
por lo tanto, nos anima diciendo: "Transformaos mediante la renovación de
vuestra mente, para que podáis entender cual es la voluntad de Dios, que es
buena, agradable, y perfecta." (Romanos 12:2). Él repite de nuevo en Efesios
4:23, "deja que el Espíritu renueve tus pensamientos y actitudes."
¿CÓMO?
Al no permitir
que "ninguna palabra malsana salga de vuestra boca, sino la que sea buena
para edificar a otros según sea necesario" (29).
Al
dejar fuera "palabras indecentes, necedades, y chistes torpes" de tu
vocabulario (5:4)
Cantando
"salmos, himnos y canciones espirituales con otros, y haciendo música para
el Señor en vuestros corazones" (5:19).
¿POR QUÉ?
Para
que no "entristezcas al Espíritu Santo de Dios" (4:30).
Para
que así tu puedas saber cuál es la voluntad de Dios (Romanos
12:2), ya que es a
través de tu mente que él te habla.
SI NO QUE…
"Determina
cuidadosamente lo que agrada al Señor" (5:10).
Y
"deshacerse de tu vieja naturaleza pecaminosa y tu antigua forma de vida, tu
antiguo modo de pensar, que está corrompido por la lujuria y el engaño
" (4:22).
"No
actuar sin pensar, pero entiendo lo que el Señor quiere que hagas" (5:17). No
es que él no te está hablando, es que tu no estás escuchando y entendiendo lo
que el está diciendo. Renueva tu mente!
RESULTADO:
Una
entrega genuina al Señor la cual no podrás distinguir dónde empiezas tu y dónde
termina El. Este tipo de adoración y sumisión será un aroma agradable a Dios,
permitiéndote escuchar Su voz para que puedas saber cuál es Su voluntad.
Así que
en el nombre de Jesús, te animo, para que empieces hacer cambios hoy. No te
aferres a la pasada manera de pensar, sino aférrate a Él que sabe lo que es
mejor para ti. Busca apasionadamente lo que agrada al Señor, escúchale, y sé lo
suficientemente valiente para asumir el reto de hacer Su voluntad.
Que
seas un imitador de Cristo el día de hoy.
Bendiciones!
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