“Ante
todo, insto a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acción de gracias
por todos los hombres… Esto es bueno y agradable a Dios nuestro Salvador, que
desea que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad…
Deseo, pues, que los hombres oren en TODO LUGAR, levantando manos santas, sin
ira ni contienda” (1 Tim 2:1,3,4,8).
El sol
se esconde en el horizonte hacia el Oeste, y su luz pinta el cielo de mil
colores. Las santas horas del Sábado se acercan poco a poco, y por ciertas
circunstancias, fuera de mi control, me encuentro estacionando en el River Casino
en Redding, CA. Qué irónico… Mientras miles y millones de Adventistas se
apresuran a la iglesia esta noche para recibir el Sábado, yo me encuentro en
este lugar listo para darle la bienvenida.
El
estacionamiento está lleno, el nombre del negocio es atractivo, y entre más se
obscurece la noche más personas entran al lugar. Me paseo por los pasillos, un
guardia de seguridad se me acerca, y me pide revisar mi backpack; no resisto.
Me pregunta si tengo mariguana o alcohol dentro de ella, y le respondo con un “no”. El da un vistazo, y después de
darse cuenta lo que tengo en ella, me sugiere que cuide muy bien del bulto. Al
retirarme se comunica por su radio diciendo, “Código 4 en el bag-check del
varon de la camisa negra.” Sigo caminando y caigo en cuenta que a pesar de los
cientos de personas divirtiéndose en este lugar, todos están siendo
cuidadosamente vigilados.
Tomo
asiento. Algunos comen, otros corren en busca de la cafeína, y aquellos se
apresuran hacia el cajero para sacar más dinero, y mientras tanto, con una
sonrisa, otras hacen fila en la taquilla para reclamar su recompensa. La voz “Let’s
do it tonight… give me everything tonight… For all we know we might not get
tomorrow” de Neyo en los parlantes anuncian que esta noche es la noche… Que
esta noche puede ser su ultima de vida… Que solo se vive una vez. ¡Que lo
disfruten!
Todos están
aquí porque el ambiente y el lugar les prometen algo. La oferta de Red Hot
Jackpots es de $5522.99, Aladdin $50,333.91, y Sun Queen $1,000. Para algunos
es el entretenimiento, para otros la necesidad del dinero, para otros el olvido
de sus problemas, ya que tienen poco dinero en casa, la situación con la
familia es demasiada frustrante y prefieren estar aquí. Un anciano como de 80
años se sienta en mi mesa y me pregunta que si vine a contar mis pérdidas o mis
ganancias; me río con el. Le pregunto qué hace aquí, y me contesta que vino
para ver si el y su esposa se ganan el carro del año que se está sorteando,
pero desafortunadamente alguien ya se lo ganó hace 41 minutos. En fin… Todos
vienen aquí al encuentro de alguna promesa.
Cada
individuo esta marcado: Algunos con tatuajes y otros con cicatrices en el
corazón. ¿Cuál es su historia? Observando cuidadosamente a cada uno de ellos,
me impacta la presencia de otro hombre sentado en mi mesa. Lo reconozco, pero
nada mas que esta vez el no está sonriendo. Siento un dolor en mi pecho, y me
doy cuenta que mi corazón se está identificando con el suyo. Me dice, “Tienes
razón, Sergio. Cada uno de ellos está tras una promesa, y de igual manera yo
también tengo cicatrices; ellos en sus corazones y yo en las palmas de mi mano.
¡No tienes idea cuanto los amo! Sus pupilas se tornan brillosas por la
abundancia de liquido que inundan sus ojos.
Al
meditar esta mañana en las palabras de 1 Timoteo 2, no puedo dejar de pensar en
todas esas personas que observé anoche. Cada una de sus vidas están siendo
cuidadosamente vigiladas por el Creador, Cristo también tiene promesas para
ellos, y ciertamente El los quiere marcar con el sello de la salvación. La
pregunta es, ¿Qué estamos nosotros haciendo al respecto?
Vivo mi vida 5 meses a la vez; de Enero a Mayo y
de Agosto a Diciembre; estos son los meses en los que estoy en la escuela, en
mi burbuja Adventista, con mis amigos Cristianos, predicando y dando estudios
Bíblicos a los mismos que se les predica
semana tras semana. Y me pregunto, “Quienes les están predicando a los de los
Casinos? A los de los bares? A los de los night-club? A las prostitutas? A los
ricos? A los que están fuera de nuestra burbuja? A los del real world?
El
hecho es que muchos de nosotros no sabemos como acercarnos a este tipo de gente
en esta clase de situación. ¿Cómo les hablamos de Cristo? Lo cierto es que
alguien lo tiene que hacer, y muy pocos están dispuestos a salir de la rutina
de evangelización y ser discípulos radicales. Nuestras rogativas, oraciones, y
peticiones no deben ser, “Señor, por favor sálvalos.” Sino, “¡Señor, por favor dame
las herramientas, la fe, el amor, las ganas, la valentía, las palabras, y tu
Espíritu Santo, y USAME como instrumento divino para que sean alcanzados para
salvación!
El
llamado del Señor es para aquellos que quieran ser discípulos radicales.
Recuerda que el Señor no llama a los capacitados, sino que capacita a los
llamados. Salgamos de nuestra burbuja, de la zona cómoda, de la rutina, y
seamos discípulos radicales para Cristo! Porque Esto es bueno y agradable a
Dios nuestro Salvador, que desea que todos los hombres sean salvos y vengan al
conocimiento de la verdad.
Bendiciones!
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